
Con el arte como medio y los distintos grupos poblacionales como beneficiarios, hemos propiciado espacios de ensayos, de experimentación, acciones pertinentes que han consolidado o enriquecido la ejecución de un proyecto. Ejemplos puntuales de la pertinencia e impacto del espíritu de laboratorio han sido la escuela de formación artística, en el marco del programa Crea, con población escolarizada; las distintas ferias de trueke realizadas en ámbitos escolares y comunitarios; las jornadas pedagógicas de No prenda la tele; los ejercicios de comunicación comunitaria y de lecturas críticas.
En estos procesos de laboratorio destacamos los desarrollados en la Creación literaria y en los ejercicios desarrollados desde el teatro, además de las otras áreas artísticas, escenarios en los que a fuerza de darnos una nueva oportunidad para crear, para actuar, para escribir, para reinventar, hemos llegado a resultados artísticos finales a la altura de las expectativas de pedagogos, artistas pero, en especial, de los beneficiarios directos e indirectos atendidos.


